The M&P #3 · ¿Tenéis el permiso de vuestrxs hijxs para subir sus fotos en vuestras redes sociales?
“Lo que hagas en vida, tiene su eco en la eternidad”.
Pasamos de hablar de creatividad en redes sociales a meternos de lleno en el concepto de huella digital. Una huella que ni los propios adultos cuidan en su mayoría, pero que hoy vamos a ver lo importante que es y cómo puede influir en el futuro de nuestrxs hijxs.
Recordad que si queréis que otros padres os deban un favor, compartid con ellos The Mamas & The Papas. Seguro que como mínimo os van a invitar a unas cañas.
¿Tenéis el permiso de vuestrxs hijxs para subir sus fotos en vuestras redes sociales?
Para aquellos que no lo sepáis, la huella digital es el rastro que dejamos en Internet y que no se puede borrar. Lo que hacemos, compartimos, comentamos, opinamos, publicamos, incluso lo que otros comparten de nosotros, deja una sombra que no se desvanece con el paso del tiempo. Una huella que cualquiera puede rastrear con tan solo poner nuestro nombre. ¿Alguna vez habéis puesto vuestro nombre en Google para ver que aparece de vosotros? Pues ya estáis tardando.
Pero no lo hagáis ahora, que esto es importante y nos conocemos.
Retomamos la pregunta que os hacemos en el titular y la vamos a formular de una manera un poco más suave: ¿creéis que las fotos que habéis subido de vuestrxs hijxs pueden afectarles cuando tengan capacidad de decidir?
En el Informe de Violencia Viral de Save The Children, entre otras cosas muy interesantes, hablan de esta práctica, que ya tiene nombrecito en inglés: Sharenting, y por desgracia comienza a ser ya muy habitual. El 81% de los padres y madres encuestados, admitió en 2013 que había compartido fotos de sus bebés. ¿Qué nos debería preocupar de todo esto?
Al publicar sus fotos, podemos estar vulnerando sus derechos. Ellxs son titulares de sus propios derechos de imagen y no nos han dado su consentimiento para compartirlas.
Indirectamente, lxs estamos exponiendo a ciberdelincuentes que pueden apoderarse de esas imágenes para lo que quieran.
Sobreexponiéndolxs podemos influir directamente en su identidad, como por ejemplo en su identidad de género.
Os dejamos un ejemplo: en el perfil de Fedez podéis ver que tiene una relación muy divertida con sus hijos, pero esa exposición de sus peques, teniendo en su perfil de Instagram 13 millones de seguidores, puede ser una puerta abierta a problemas a futuro. ¿Qué pasa si su hijo, cuando sea mayor, no quiere que se le reconozca? ¿Y si su hija no se identifica con ese color rosa, que tan estrechamente está vinculado con el sexo del bebé?
En The Mamas & The Papas creemos que lxs hijxs no pueden ser una fuente de creación de contenido para tus redes sociales y conseguir más likes.
Si ya estamos hablando de preadolescentes y adolescentes que comienzan a tener sus propios canales en redes sociales y la inmensa mayoría ya tienen móvil, tenemos que empezar a deshacernos de la frase: “esto es lo que los chavales hacen ahora”, cuando vemos que comparten cosas que a lo mejor no entendemos.
Lo primero que hay que tener presente es que estxs chicxs todavía no son maduros, ni han desarrollado su pensamiento crítico para entender la repercusión de lo qué comparten. Si ya a nosotros nos da entre risa y vergüenza cuando sacamos el álbum de fotos de nuestra adolescencia, imaginad el archivo digital de imágenes que van a tener nuestrxs hijxs… Sed prudentes, supervisad y haced el análisis de si lo que comparten hoy, puede afectarles en un futuro próximo.
Otra de las cosas que también aportan a su aprendizaje de análisis es que dediquéis tiempo a explicarles la importancia del mensaje: qué quieres decir a los demás y si los demás van a entender lo que tú quieres transmitir.
También tenéis que dedicar tiempo a explicarles por qué lxs influencers publican lo que publican. Por ejemplo, cuando suben un desnudo lo pueden hacer por varias razones: porque se sienten a gusto con su cuerpo, porque quieren naturalizar y normalizar el desnudo, porque es una foto artística o porque simplemente les gusta y punto. Pero lo fundamental aquí, es que son profesionales adultos con capacidad para decidir qué quieren compartir. Sin embargo, nuestros preadolescentes o adolescentes todavía no han desarrollado su capacidad crítica, por lo que la responsabilidad de lo que comparten en esas edades es única y exclusivamente vuestra como padres.
Por último hay que explicarles que ese contenido que publican deja un rastro, esa huella de la que hablábamos al principio. Vamos a ponernos en lo peor, pero estas cosas pasan:
Las fotos que publican pueden ser utilizadas sin su consentimiento en páginas porno.
Esas publicaciones que suben a sus redes pueden tenerse en cuenta a la hora de conseguir o no un trabajo.
Las imágenes que comparten de forma privada con personas que no conocen personalmente pueden ser aprovechadas como chantaje. Incluso las que comparten con personas que sí conocen, ya que también pueden ser utilizadas como chantaje si la relación no prospera o se rompe.
Es importante que como padres estéis ahí, que charléis con ellxs, que os intereséis por lo que hacen en redes, que os informéis y conozcáis a fondo cada red, para darles vuestra recomendación y, para que en definitiva, les enseñéis.
El próximo miércoles 22 de diciembre reflexionaremos sobre:
Cuándo es el mejor momento para regalarles un móvil.