The M&P #14 · Gestionando sus emociones estarán por encima del Xocas en Internet
"¡Soy el rey del mundo!"
Nos comentabais hace unos días en nuestro Instagram que os interesaba que os hablásemos de gestión emocional. Pues vuestras peticiones son órdenes para nosotros. A ver, es un tema tan amplio que podríamos hacer el email más largo del mundo, sin embargo vamos a hacer una pequeña introducción que iremos completando en futuros emails. Para empezar quedaos con esta reflexión: si lxs más jóvenes son capaces de gestionar sus emociones, menos les va a influir todo lo que les suceda en digital y en redes sociales.
Recordad que si queréis que otros padres os deban un favor, compartid con ellos The Mamas & The Papas. Seguro que como mínimo os van a invitar a unas cañas.
Gestionando sus emociones estarán por encima del Xocas en Internet.
El uso de las plataformas digitales y la gestión emocional caminan de la mano. Acercaos un poco más a la pantalla. Venga, venga. Un poco más cerca. Que no os vea nadie, que queremos contaros un secreto: una de las claves para hacer un buen uso de la actividad digital pasa por que vuestrxs hijxs sean capaces de hacer un uso "funcional" de sus propias emociones. Se podría decir que es el paso previo o preparatorio para adentrarse en la jungla digital con la preparación mínima necesaria. Pero vayamos por partes.
¿Qué es gestión emocional?
Eligiendo una definición sencilla podríamos decir que es la capacidad de administrar nuestras propias emociones, dando una respuesta adaptada, coherente y modulada al contexto en el que nos encontramos y a nuestro momento vital.
Seguro que si lo vemos con unos ejemplos del día a día se va a entender un poco más a qué nos referimos con gestión emocional:
Hablamos de este concepto cuando identificamos nuestras emociones, siendo capaces de prevenir conflictos y malentendidos.
También cuando expresamos con palabras cómo nos sentimos, mejorando nuestras relaciones y nuestros vínculos tanto con amigos como con la familia.
Ser conscientes de nuestros pensamientos y no creernos todo lo que pensamos, también es un indicador de una gestión saludable de nuestras emociones. Cuidado con los pensamientos porque, cuando se convierten en emociones, estos pueden ser demoledores. Por ejemplo, "soy un inútil", “no sé hacer nada bien" o “no valgo para nada” son pensamientos que en adolescentes, si se mantienen en el tiempo, son potencialmente negativos. Por eso es importante ayudar a lxs más jóvenes a que detecten cuándo están siendo demasiado duros consigo mismxs para que analicen si realmente están siendo justos con lo que piensan y, de esta forma, puedan rebajar la carga de importancia de dicho pensamiento. Si además, les acostumbramos a que haya una relación fuerte de confianza para que os lo cuenten, conseguiréis ayudarlos a realizar una gestión emocional acorde a una realidad menos contundente con ellxs mismxs.
Administrar conscientemente nuestras emociones del presente nos enfoca hacia nuestras prioridades futuras. Es decir, lo ideal es que no se queden estancados en experiencias pasadas y negativas que retroalimentan con más pensamientos negativos a los que no paran de darles vueltas (rumiaciones sería el término técnico). Esto les lleva a fantasear y no a definir realidades concretas.
¡Vale! Ahora que habéis visto lo importante que es trabajar en una gestión emocional saludable tanto para los adultos como para vuestrxs hijxs, pasemos a situaciones frecuentes que se encuentran lxs adolescentes en entornos digitales. Aquí, si manejan sus emociones de manera funcional (saludable) en entornos digitales, podrán minimizar y relativizar situaciones como:
Comentarios ofensivos.
Discusiones virtuales.
Fotos compartidas sin su consentimiento.
Juicios de valor sobre su aspecto físico.
Distorsiones de la realidad mostrada en redes sociales. Es vital que sean conscientes que muchos perfiles que siguen y tienen como referentes son vidas idealizadas o ficticias.
Que otros malinterpreten los mensajes que envían o que vuestrxs hijxs malinterpreten los que les envían otros.
En definitiva, en nuestra época la gestión emocional era clave para pasar o no entrar como un toro a cualquier tipo de vacile. Enseñadles que lo importante es detectarlo, analizar la importancia de la situación concreta, que sientan y describan qué tipo de emoción les genera y que identifiquen qué carga de esa emoción es responsabilidad suya o de la otra persona.
Cerramos con 3 consejos concretos para empezar a educar a vuestrxs hijxs en este sentido y que podríais dejar escritos en la puerta de la nevera:
No todo lo que veo es real.
No todo lo que pienso es verdad.
No hay emociones ni buenas ni malas, todas son necesarias y todas son transitorias.
Por cierto, para los que no sepáis quién es el Xocas y el motivo del título, contaros que es uno de los streamers más potentes de Twitch y que ha estado en boca de todos por crear perfiles falsos para contestar los comentarios negativos que tenía en redes sociales. La gestión que ha hecho de sus emociones no ha sido la más indicada (es una manera suave de decirlo. No queremos problemas). Aquí puedes ver la noticia.
Volvemos el próximo miércoles 11 de mayo con una nueva entrevista. Óscar Peña, Chief Innovation & Technology Officer de la agencia Wunderman Thompson España, nos viene a contar:
Cómo se relacionarán padres e hijxs en el Metaverso.