The M&P #12 · El impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades.
"Hasta el infinito y más allá".
¡Ojo! Que vienen curvas con muchos datos. Ya hemos destripado a tope el informe viral de Save The Children y ahora vamos a hacer lo mismo con el estudio sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia. Hemos intentado hacerlo de la forma más sintética posible, pero es verdad que hay mucha información que nos parece importante que tengamos clara. Como siempre, al final de la newsletter os dejaremos algunas conclusiones y una pequeña reflexión.
Recordad que si queréis que otros padres os deban un favor, compartid con ellos The Mamas & The Papas. Seguro que como mínimo os van a invitar a unas cañas.
El impacto de la tecnología en la adolescencia de UNICEF. Relaciones, riesgos y oportunidades.
El objetivo del estudio es analizar las tendencias, intereses, oportunidades y preocupaciones que tienen lxs adolescentes en torno a las tecnologías de la relación, la información y la comunicación. Seguro que muchos de vosotrxs habéis oído hablar de las TIC (Tecnología de la Información y de la Comunicación). Sin embargo, ahora debemos familiarizarnos con el término TRIC (Tecnología de la Relación, la Información y la Comunicación), una incorporación que invita a pensar que no solo hablamos de un cambio o de una evolución tecnológica, sino también de una revolución social. Es importante entender esta relación entre lxs adolescentes con la tecnología para garantizar un entorno seguro para ellxs, que además promueva el ejercicio de sus derechos.
Os presentamos ahora la parte más peñazo, pero que en verdad nos ayuda a confirmar algo que muchos ya sabéis y que algunos no quieren ver, que es que la tecnología está aquí para quedarse y va a formar parte del ciclo de la vida de los adolescentes.
Empezamos con unos datos de uso:
El primer móvil lo tienen con casi 11 años.
Casi la mitad de los adolescentes (49.6%) pasa durante los fines de semana más de 5 horas al día con el teléfono o la tablet.
El 31.5% de los adolescentes pasa más de 5 horas al día entre semana.
El 58.4% duerme con el móvil en la habitación.
El 57% llevan el móvil a clase.
Y ahora con datos de redes sociales:
El 98.5% de lxs adolescentes tiene perfil en una red social.
El 61.5% tiene más de un perfil en la misma red social. Clásico engaño a madres y padres, teniendo el perfil "normal" que sí muestran a sus padres y el perfil "cañero", más oculto que la cueva de Batman.
Un 26% de los adolescentes reconoce haber hecho sexting.
Aquí hacemos un apunte: el sexting no es una mala práctica de lxs adolescentes en redes, pero sí que al practicarlo se exponen a posibles riesgos de acoso y extorsión, de ahí que sea importante que charléis con ellos de este tema con naturalidad.
Pasemos a los datos de los videojuegos:
6 de cada diez adolescentes juegan una media de 7 horas semanales.
El 50% juega a videojuegos no aptos para su edad.
El 50% de los que juega ha conocido a gente nueva a través de los videojuegos.
Un 3.6% ha hecho apuestas deportivas o Póker.
¿Qué conclusiones podemos extraer de toda esta información?
El uso de la tecnología supone un aporte trascendental a nivel social y emocional para lxs adolescentes.
Una red global, tan incontrolable, implica ciertos riesgos. Que los haya no implica que las redes sociales sean malas, sino que hay que conocer dichos riegos para evitarlos. La vida también es así, ¿no? Así que por favor, ¡no se me asusten!
Se deben establecer nuevas estrategias de prevención y extinción del ciberacoso. Necesitamos protocolos de actuación.
Los videojuegos son uno de los principales canales de ocio de los adolescentes y muchos de ellos hacen un uso intensivo y sin control de ellos. Con lo cual, debéis educar, no prohibir.
Aunque el porcentaje es pequeño (3.6%), miles de adolescentes han empezado a apostar.
Prácticamente la totalidad de lxs adolescentes están en una red social. Si le añadimos la información que nos aporta la OMS que nos dice que el 33% hacen un “uso problemático” de las redes sociales, pues el panorama nos indica que, como padres, no podéis dejarles a su libre albedrío.
Existe un escaso control por parte de los adultos, que no son conscientes de qué ocurre dentro de los dispositivos digitales de sus hijxs. Ahora que conocéis toda esta información,¿estaréis un poquito más encima de ellxs? Pues a ponerse las pilas, pero acordaos de que estamos aquí para ayudaros.
Conclusiones aparte, el verdadero reto es aceptar, de una vez por todas, el uso de internet y de las redes sociales por parte de los menores, ya que están dentro de su ADN. Siendo esta la realidad, tendréis que buscar que esa relación sea coherente, armónica y compensada con su día a día físico. Manteniendo este equilibrio disfrutaréis de adolescentes preparadxs para el futuro con habilidades y cualidades del presente.
Está claro que no todo depende de la educación y el control ya que, por encima de todo, debería de haber una legislación que salvaguarde los derechos de los menores en internet y redes sociales. El uso de las TRIC que hacen nuestros adolescentes no puede ser "el lejano oeste" o la barra libre de la dopamina tóxica, esa que todos desean rápidamente y que apenas permanece. Una adicción que hace que los menores busquen más y más, sin control y sin medida.
Bueno, ya sabéis que somos unos intensitos a veces, pero a esto ya le estamos buscando soluciones desde la primera newsletter que lanzamos. Así que para ir poniendo la semillita en vuestrxs hijxs recordad que es importante:
Acompañamiento en el uso digital de los principiantes.
Educación digital.
Promoción de uso saludable.
Construcción de un entorno digital seguro.
¿Y cómo haréis todo esto?
Acompañándoles en su experiencia digital.
Estanto presentes y al día de las novedades y de sus intereses digitales.
Tragándonos junto a ellos esos videos virales que sólo a ellos les hacen gracia.
Solo así estaréis en el camino adecuado. Cerramos el email con esta mítica frase de Germán: Vamos despacio porque vamos lejos.
Volvemos el próximo 27 de abril con:
La importancia de la gestión de las emociones tanto en el mundo virtual como en el mundo físico.