Durante el primer confinamiento de 2020, cuando ya se podía salir a pasear con restricciones, recuerdo caminar con mi padre por un campo cercano a casa y escuchar que me decía “¡Mira! Ya están creciendo los garbanzos”. Miré detenidamente a mi alrededor y no veía nada parecido a un garbanzo. Reconozco que tampoco sabía bien qué debía buscar y me di cuenta que no tenía ni idea de cómo es su planta, ni mucho menos de cómo salen y crecen los garbanzos.
Recordad que si queréis que otros padres os deban un favor, compartid con ellos The Mamas & The Papas. Seguro que como mínimo os van a invitar a unas cañas.
¿De dónde viene la comida?
Años después, mi abuela, que vive en una residencia en un pueblo de Castilla y León (ella es segoviana y ha vivido toda su vida en un pueblo de 300 habitantes), me contó que esa mañana habían hecho guirnaldas de palabras relacionadas con el verano. En mi cabeza aparecieron rápidamente palabras como ‘playa’ o ‘vacaciones’. Sin embargo, las palabras que habían colgado en papel eran muy diferentes. Todas estaban relacionadas con la cosecha del trigo que se recoge en verano, como ‘trillo’ o ‘siega’.
Esta dos anécdotas me hicieron replantearme mi conocimiento sobre el origen de los principales alimentos que tomo, yo sigo una alimentación vegetariana y las legumbres son mi principal fuente de proteína, y mi/nuestra desconexión con la naturaleza, las fases de la agricultura, y el mundo vegetal en general.
Un estudio de la Fundación Británica de Nutrición de 2014 concluyó que porcentajes muy elevados de niñas y ninos no conocen el origen de los alimentos que comen a diario y, además, que tienen mucha confusión sobre si proceden de animales o de vegetales.
Por ejemplo, hasta el 25% de los niños con edades entre los 5 y los 8 años, y el 14% de los niños con edades entre los 8 y los 11 años, creían que el pan y el vino se obtienen de los animales; y un 26% del primer grupo y un 22% del segundo grupo de niños consideraron que el queso se obtienen de las plantas. Niños y niñas sin este conocimiento se convertirán en adultxs sin saber cómo es la planta del garbanzo.
”Criemos a lxs niñxs para que conozcan los nombres de animales y plantas y no los de celebrities o marcas”.
Si queremos a niñas y niños con conciencia ambiental y con una alimentación saludable (los dos temas están interconectados) deberíamos ayudarles a aprender no solo de qué planta proviene cada alimento, si no de qué temporada son, de qué lugar del mundo, cuál es su proceso de recolecta, entre otros muchos detalles. Esto nos ayudará a nosotras, como personas adultas, y a ellxs, en el presente y en el futuro, a tomar decisiones de compra mucho más conscientes.
Aprovechamos para dejaros el acceso a esta web con información mensual sobre las verduras y frutas de temporada. Elegir alimentos de temporada según nuestra ubicación geográfica nos ayudará a comprar producto de cercanía, posiblemente de forma directa a los productores y, normalmente, será más fácil comprar a granel. Además, los productos de temporada están mucho más buenos, ¡tienen más sabor! Por lo menos los adultos tenemos la suerte de saber a qué deberían oler y saber los productos que comemos. ¿No creéis que deberíamos luchar para que los más pequeños tengan esa misma suerte?
Para acabar, y relacionado con la alimentación, aprovechamos para recordaros que el pasado 29 de septiembre fue el Día Internacional contra el Desperdicio Alimentario. ¿Qué acciones tomáis en casa para evitar tirar comida? Seguro que conocer más sobre cada alimento hace que le demos más valor y pensemos bien las cantidades a comprar según nuestro consumo.
P.D.: Ya sabéis que nos gusta recomendaros a alguna persona referente para niños y niñas en temas relacionados con la sostenibilidad. Este mes no podemos dejar de destacar el litigio climático que han iniciado seis jóvenes portugueses, de entre 11 y 24 años, contra 32 Estados, incluido España. Estos valientes jóvenes han demandado a los diferentes países por su inacción contra la crisis climática y para obligarles a cumplir el Acuerdo de París, pacto al que se comprometieron para limitar el aumento de temperatura media global haciendo todo lo posible por que no supere los 1,5 ºC. Se espera que la próxima primavera el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dicte sentencia. ¡Estaremos muy atentas!